Dr. Mario Garcia Arzubialde
C.M.P. 24179


Ginecología y Obstetricia - Cirugía Laparoscópica
Fertilización In Vitro – ICSI


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jueves, 3 de noviembre de 2011

Intentando ser padres

Pasan los años y los casos de infertilidad aumentan. A pesar de esto, las personas siguen sintiendo vergüenza y, por encima de todo, ocultan su inconveniente para concebir.

Se establece este período (1 año) porque la tasa media de fertilidad de las parejas es del 20 por ciento en cada ciclo de intento. Se sabe también que más del 50 por ciento de las mujeres quedan embarazadas en los primeros 6 meses de intentos, mientras que el 80 por ciento restante, dentro del primer año.

El siguiente paso, entonces, es realizar varios estudios para estipular el plan de tratamiento para llevar a cabo en cada pareja, ya que cada caso es distinto. Para ello, se ordenan varios exámenes físicos y hormonales.

En el hombre, por su parte, la edad no influye demasiado. Se sabe que a partir de los 50 años comienza a disminuir la calidad, pero no la cantidad de espermatozoides.

¿Cuáles son los tratamientos?
Cuando se conoce la causa de la infertilidad, se establecen, entonces, los tratamientos por seguir. Los primeros se hacen en el laboratorio. En los de baja, la liberación de los óvulos, su unión con los espermatozoides, la formación de embriones y su implantación en el útero se realizan en el cuerpo de la mujer de forma natural.

Ahora las parejas pueden tener muchas opciones para ser padres, sólo deben tener la seguridad de poder seguir los tratamientos.

Nunca se den por vencidos si es que de verdad lo desean.

jueves, 11 de agosto de 2011

El yodo durante el embarazo y la lactancia

La carencia de yodo puede causar serios problemas en los bebés, como el hipotiroidismo o el retraso mental.

Y es que, si bien el consumo de sal yodada es una de las medidas adoptadas a nivel internacional para evitar los Trastornos por Déficit de Yodo, no es suficiente en el caso de las embarazadas, ya que la sal es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular en este caso.

Por ello el consumo de sal debe limitarse en la embarazada.

El yodo que recibe el feto es el que la futura mamá aporta fundamentalmente a través de la alimentación, aunque, como sucede como con el ácido fólico, la cantidad ingerida puede ser insuficiente, por lo que se recomienda un suplemento.

¿Cómo combatir la carencia de yodo?

Existen múltiples medicamentos en el mercado, que deben garantizar la ingesta de entre 200 y 300 microgramos de yodo durante todo el embarazo y la lactancia.

Está comprobado que un déficit de yodo puede perjudicar al correcto desarrollo del niño, por lo que la prevención es importante, e incluso desde antes del embarazo.

martes, 29 de marzo de 2011

Miomas ¿Causa de infertilidad?

¿Sabías que muchas mujeres tienen miomas o fibromas en el útero y no lo saben? Esto puede parecer desconcertante, pero los miomas son en su mayoría imperceptibles, y viven una vida “larga y feliz” sin requerir ningún procedimiento específico al respecto.

Pero a veces estos tumores pueden llegar a ser un problema, y es que no sólo la mujer puede sufrir molestias, sino que pueden interferir con el crecimiento del bebé dentro del útero. En estos casos, se considera al mioma en cuestión, como una de las razones para la infertilidad.

¿Cómo saber si mi mioma daña mi fertilidad?
Los fibromas o miomas son tumores benignos y raramente se vuelven cancerosos (un estudio ha mostrado que menos de 1 de cada mil casos de miomas son cancerosos).

Son bastante comunes y los padecen hasta el 50% de las mujeres en la plenitud de su capacidad reproductiva según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM).

Aunque las causas reales de que aparezcan siguen siendo en gran parte desconocida, la evidencia muestra que son de origen genético y se producen con más frecuencia en mujeres que tienen familiares con historial médico de miomas y, con más regularidad en mujeres afroamericanas.

Los miomas se encuentran en y alrededor del útero. Pese a su alta tasa de incidencia entre las mujeres, en su mayoría son inofensivos. Sin embargo, hay miomas que de seguro causarán problemas.

Cuando atacar el problema.
Si un mioma llega a ser tan grande que empieza a cambiar la forma del útero, el embarazo puede verse seriamente afectado pues el bebé necesita un útero sano para sobrevivir.

Hay miomas que crecen en lugares cercanos a las aberturas del útero que llevan a otros órganos como las trompas de Falopio. Esto bloqueará los conductos y lógicamente, impedirá la concepción. Pero no hay que asustarse: de los casi 7,3 millones de mujeres americanas infértiles (a partir de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar, Centros para el Control y la Prevención de 2002), sólo el 3% de los casos de infertilidad son causados ​​por miomas.

Sin embargo, para las mujeres que tienen miomas que interfieren con la fertilidad, el tratamiento es muy simple: los estudios han demostrado que, si bien los miomas pueden reducir las tasas de embarazo en mujeres en un 70%, el tratamiento correcto devolverá a la mujer la posibilidad de lograr un embarazo.

¿Cómo saber si debo seguir un tratamiento?
Para determinar si tus miomas son la causa de tu infertilidad, el especialista te recomendará una ecografía, histerosalpingografía, o una histeroscopia.
Una histeroscopia emplea un histeroscopio, que es una pequeña cámara que va dentro del útero para obtener una visión real de lo que hay dentro. A pesar de que los miomas son generalmente fáciles de detectar, es importante conocer sus características específicas para determinar el tratamiento adecuado.

Cirugía de menor riesgo.
Si el especialista determina que tus miomas afectan tu fertilidad, estos deben y pueden ser eliminados. Esto se hace, generalmente, a través de la cirugía.

Sin embargo, como en todo tratamiento quirúrgico, debes discutir con tu médico los posibles peligros y riesgos del tratamiento. Asegúrate de que ambos, tú y tu especialista de confianza, conocen la naturaleza exacta de tus miomas ya que el tipo y la gravedad de la cirugía dependerán en gran medida del tamaño, ubicación, y el tipo de estos.

Algunos pueden ser tratados sin incisiones, ya que el médico podría sugerir una miectomía histeroscópica. Otra solución no quirúrgica es a través de una embolización. Este tratamiento reduce los miomas cortando los vasos sanguíneos que los alimentan. Sin embargo, este proceso es relativamente joven (se está usando recién desde 1990). Todo es cuestión de estar bien informada y sobre todo, confiar en tu médico tratante.